En los confines de Dordoña, a dos pasos del prestigioso pueblo de Saint-Emilion, existe un pueblo lleno de encanto llamado Saint Michel de Montaigne donde se encuentra el castillo... de Montaigne.
Se trata de la residencia familiar en la que Michel de Montaigne, famosísimo filósofo y escritor humanista del siglo XVI, pasó gran parte de su existencia y escribió, al final de su vida, sus famosos ensayos.
Ya veo que he despertado bastante vuestra curiosidad. Abramos pues las rejas del castillo para descubrir su historia... Comencemos con la torre de Montaigne, monumento histórico protegido del siglo XIV, es el lugar donde Montaigne pasaba "la mayor parte de los días de su vida y de las horas del día" meditando, pensando y escribiendo.
Desde el primer momento, una gran emoción nos invade al observar la capilla con su soberbia bóveda estrellada. A continuación, de la librería se desprende toda la atmósfera que acompañó a este gran hombre, aunque solo sea a través de las famosas citas en griego y en latín inscritas en las vigas.
Por último, nos imaginamos el fervor con el que trabajó Michel de Montaigne en su despacho, un lugar lleno de misterios... ¿Y ahora? Visitamos el exuberante castillo decimonónico y damos un buen paseo por el parque para terminar con una degustación de vinos de la finca.